Nos llegó esta denuncian al a redacción
de noticiero por medio del correo electrónico, del señor Julio López Murillo de la comunidad
de Bahía Asunción que dice lo siguiente:
CRÓNICA DE UN ABUSO DE PODER
Cuando
buscan el voto con toda humildad, hasta comparten la mesa con el mas desposeído
y cuando ya se encumbran se olvidan de “Juan Pueblo”.
Se vuelven deidades inalcanzables y sorda en cualquier reclamo, pero algún se siente poderoso pretendiendo, despojar de su patrimonio familiar, bajo argumentos caprichosos, a quienes fueron hoy sus “buenos vecinos”.
Es
el caso de la regidora Norma Angélica Flores Avilés, quien creyéndose una
condesa en un imperio feudal solo concibió en su mente malévola, moviéndose en
los oscurito con la complicidad de autoridades municipales y delegacionales de Bahía
Asunción Baja California Sur y asid e
esta manera despojar C. Julio López Murillo, de una parte de su terreno
colindante con el de la funcionaria en mención solo porque no quiere que le
tapen la vista “DE SU MANSION”.
El Sr. Julio López Murillo fue llamado ante la oficina de catastro (delegacional) para hacerle una oferta supuestamente favorable, a cambio de ceder al capricho de esta señora que dicho de paso es presidenta de la comisión de catastro en el cabildo municipal, para esto se tuvieron que trasladar desde Santa Rosalía a Bahía Asunción, el síndico municipal y el director de catastro se trataba nada menos de un asunto de la regidora Flores Avilés como la ven –un asunto de estado para esto ella no da la cara
para dicha comparecencia ¿ YPARA QUE? – si ya tenía trabajando a su gente ; pero eso si organizo y asistió a la comida (una ricas langostitas) ofrecidas a estos funcionarios en casa del encargado de catastro delegacional el C. Cesar Redona Camacho, personaje muy allegado a la regidora.
No se trata de un insignificante pleito por unos metros de tierra, se trata de la violación al respeto a la dignidad de la persona humana, uno de los principios fundamentales del partido político que hoy cobija y la solapa; se trata de abuso de poder, poder que el pueblo le confirió por medio del voto y es utilizado para humillar al ciudadano común y corriente creyendo que son sus vasallos.
Actitudes como esta de despotismo y privilegios no son las únicas adoptadas por esta señora, ya que su costumbre es comprometer y someter a su capricho a quienes se ven favorecidos por una gestión suya. Cuando la gestión es parte de su trabajo, es su responsabilidad, por lo que cobra una buena cantidad de dinero mensual.
Incluso
se da el lujo de amenazar y atemorizar a unos empleado de la delegación con
despedirlo de su trabajo por el solo hecho de no ser parte de sus sequito de
aduladores.
Y
EL DELEGADO MUNICIPAL
-Bien
gracias otro vasallo más a su servicio
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