Sudcalifornianas y sudcalifornianos:
Me
dirijo a ustedes para comunicarles dos anuncios importantes:
Primero:
¿Qué sucederá con el ciclo escolar?
Segundo:
¿Cómo realizaremos la reapertura económica?
Todos
queremos regresar a la normalidad, a esa que será nuestra “nueva normalidad”,
al menos en tanto se desarrolla un antiviral efectivo y/o una vacuna que nos
proteja del COVID-19.
Todas
y todos queremos ya generar ingresos, regresar a trabajar, a aprender, a
divertirnos, a convivir. Pero no podemos precipitarnos y realizar acciones que
pudiéramos lamentar profundamente después.
Por
esta razón, con base en datos técnicos, científicos y matemáticos, en uso de
mis facultades como autoridad educativa, he determinado la suspensión del ciclo
escolar de manera anticipada en todos los niveles: de preescolar a
universitario.
Hacer
lo contrario hubiera implicado arriesgar, innecesariamente, la salud, la vida
misma de los estudiantes, trabajadores de la educación y de todas y todos.
Estudiantes,
padres de familia: no se preocupen. El ciclo no se perderá. El esfuerzo que han
hecho junto con los maestros a lo largo de los últimos meses, habrá valido la
pena.
Continuamos
con el proceso de enseñanza por medios electrónicos y de comunicación masiva.
Además, analizamos la posibilidad de recuperar el tiempo perdido arrancando el
próximo ciclo escolar de manera anticipada.
A los
alumnos de primaria y secundaria, se les promediarán las calificaciones que ya
habían obtenido en sus evaluaciones parciales.
A los
de bachillerato, cada sistema determinará el mecanismo de evaluación
pertinente, privilegiando en todo momento no afectar a los estudiantes.
Los
universitarios concluirán su semestre a distancia, sistema que, por cierto,
sigue siendo aprovechado por miles de estudiantes de todos los niveles en el
estado.
El
conocimiento puede obtenerse en cualquier momento, la enseñanza se puede
recuperar, la vida de nuestros hijos no.
Ahora
bien, a pesar de los grandes esfuerzos que sociedad y gobierno hemos realizado,
el número de contagiados totales sigue incrementándose.
El
Comité Estatal de Seguridad en Salud ha dado seguimiento puntual a la evolución
de la pandemia, incluyendo la realización de pruebas, ubicación de contagiados,
realización de cercos epidemiológicos y aplicación de cuidados y tratamientos
para la enfermedad.
Al día
de hoy, son 456 los contagiados totales en Baja California Sur, de los cuales
226 se encuentran activos; es decir, personas que por ser fuente de contagio se
encuentran aisladas. Además, 203 contagiados se han recuperado ya de la
enfermedad y, lamentablemente, 27 han fallecido.
No
obstante las complicadas circunstancias que vivimos, al interior del Comité
Estatal de seguridad en Salud, las autoridades en la materia permanentemente
valoramos la posibilidad de reiniciar las actividades económicas, de regresar a
los empleos y reactivar nuestra tan afectada economía personal, familiar y
estatal.
Por su
parte, el Gobierno federal ha establecido un semáforo que mide los avances de
la pandemia en estados y municipios, en el que, por ahora, Baja California Sur
fue catalogada en rojo.
Gobierno
estatal y federal coincidimos: hoy no es momento para regresar a la “nueva
normalidad” pues si bien hay avances, en nuestro estado seguimos en emergencia.
No
debemos, no podemos bajar la guardia.
Es
cierto, hemos mejorado. Ocupamos el lugar 16 en casos activos y pasamos de ser
el primero al sexto lugar nacional en contagios con relación al tamaño de
nuestra población.
A
pesar de ello, afortunadamente, somos el lugar 27 en número total de
fallecimientos gracias a que quienes lo han requerido, han recibido atención
hospitalaria de calidad, con equipamiento adecuado y el medicamento necesario
para hacer frente a la enfermedad.
No
obstante lo anterior, insisto, aún no hay condiciones para el retorno a la
nueva normalidad.
La
recuperación de la salud pública y la economía deben ir de la mano. Una no
puede anular a la otra.
Reabriremos
la economía cuando sea responsable hacerlo. Cuando la opinión de los expertos
que participan en el Comité Estatal de Seguridad en Salud así lo avalen. Sin
arriesgar la vida y la salud de la gente. Al final, si se incrementaran de nuevo
los contagios y se sale de control la pandemia, esta circunstancia nos
obligaría a cerrar de nuevo la actividad productiva.
Por
otra parte, el Consejo de Salubridad Nacional decretó como actividades
económicas esenciales a la minería y la construcción.
De
esta forma, en el país, ambos sectores pudieran reiniciar actividades a partir
del primero de junio.
Subrayo:
se trata de una posibilidad.
Son
los datos de cada municipio, de cada entidad, los que determinarán las
decisiones de política pública que asumiremos en Baja California Sur,
escuchando la opinión de la federación, de especialistas y asumiendo las
decisiones que como titular del Poder Ejecutivo me corresponden como máxima
autoridad sanitaria en el estado.
La
realidad de cada entidad es diferente.
Esta
realidad diferente nos permitió que con base en datos científicos, el Gobierno
del estado pudiera determinar que no habría regreso a clases, varios días antes
de que hubiera una decisión federal.
También,
anticipamos que en Baja California Sur no había condiciones para que ni la
minería ni la construcción reaperturaran el 18 de mayo como originalmente lo
dispuso el Consejo de Salubridad Federal, decisión que felizmente corrigió.
De la
misma manera, analizaremos con mucho detalle el estado de la salud pública en
Baja California Sur para permitir, o no, la reapertura de empresas de los
sectores mencionados y del resto de nuestra economía.
Que no
quede duda, soy el primer interesado en que nuestra economía regrese a la
normalidad, que la pongamos de pie juntos, trabajando; sin embargo, estoy
consciente que la decisión va de la mano de cuidar nuestra salud. Por eso,
estamos trabajando en dos niveles de toma de decisión.
Primero:
dar seguimiento y anticipar escenarios con respecto a la pandemia.
Segundo:
desarrollamos junto con las empresas y organismos intermedios que las
representan, los criterios y protocolos para reaperturar la economía.
Soy
muy claro: La reapertura se dará cuando sea responsable y oportuno hacerlo. Se
hará manera ordenada, y sólo con las empresas que cumplan con todos y cada uno
de los criterios y protocolos que para el caso habrán de determinarse.
Sólo
cuando el desarrollo de la pandemia lo permita, señalaremos la o las fechas de
reinicio y condiciones para cada actividad.
Sé que
muchas personas, familias, tienen la gran necesidad de volver a trabajar para
tener ingresos, para satisfacer las necesidades más elementales. Soy sensible a
esa realidad.
Por
ello, sociedad organizada, empresarios y gobierno hemos implementado un programa
de apoyo alimentario para los más vulnerables. La meta es que de manera
transparente y coordinada, la Alianza Comunitaria por Baja California Sur y el
Gobierno del estado, hayamos entregado más de 80 mil despensas a los hogares
más necesitados de la entidad antes de que finalice el mes de mayo. Y
seguiremos después de esta fecha apoyando a quien lo necesite.
Entiendo
que este esfuerzo pudiera ser insuficiente, seguramente así es, pero les pido
su comprensión. Estamos trabajando para incrementar la cantidad e intensidad de
los apoyos. Esta pandemia, su gravedad y su letalidad, demandan, imponen,
esfuerzo y sacrificio.
La
reactivación económica y el regreso a clases depende de todas y todos. De lo
que hagamos y lo que dejemos de hacer.
Debo
ser muy claro con ustedes, como lo he sido todo el tiempo. Siempre nos hemos
hablado con la verdad.
Todos
los cálculos, aún los más optimistas, nos señalan que el nivel más alto de
contagios lo tendremos en Baja California Sur hacia la mitad del mes de junio.
De hecho, el pasado viernes 15 de mayo, con 17 casos positivos a coronavirus,
observamos el mayor número de registros en un mismo día.
Las
mismas opiniones expertas nos señalan que el virus no se habrá de ir,
permanecerá entre nosotros y estará al acecho para contagiarnos ante cualquier
descuido o imprudencia.
Esto
aún no termina. Acaso apenas comienza. Tendremos que aprender a vivir con el
virus, sin olvidar que mientras haya contagios, habrá enfermos, y si hay
enfermos, necesariamente y lamentablemente el virus cobrará más vidas.
En
esta nueva realidad, el reto sigue siendo el mismo: que las defunciones sean
las menos posibles y que podamos mantener en el menor número la cantidad de
nuevos contagios, buscando que quienes enfermen, cuenten siempre con capacidad
médica hospitalaria suficiente para atenderlos.
No
permitamos que los enfermos que deben ser atendidos, no puedan serlo por
saturación de nuestros hospitales.
La
capacidad instalada del sector salud en el estado se ha incrementado
considerablemente en las últimas semanas: contamos hoy con más personal, más
camas de hospital y más y mejor equipamiento; sin embargo, si los contagios se
salen de control y se multiplican exponencialmente, no habrá capacidad
suficiente para atender a todas y a todos los enfermos, como lamentablemente ha
sucedido ya en diversos lugares del mundo.
Por
ello, hoy más que nunca sigue siendo muy importante que se mantengan en casa
quienes pueden hacerlo, especialmente aquellos que presentan los riesgos
adicionales ya de todos conocidos. El 100 % de los fallecimientos han estado
asociados a estos factores o comorbilidades.
Es
medular también que cuidemos a nuestros adultos mayores. Las y los contagiados
mayores de 60 años representan tan solo el 12 % de los contagios, pero el 63 %
de las defunciones. Es dramático decirlo pero tengo que señalarlo para
alertarlos de la gravedad: una de cada tres personas mayores de 60 años que se
contagian, lamentablemente fallecen.
Es
fundamental que sólo salgamos a la calle quienes tengamos una necesidad u obligación
real para hacerlo, así como entender que la suspensión del regreso a clases no
son vacaciones extendidas, sino la oportunidad de que alumnos, maestros y
personal educativo se mantenga en casa.
Es
necesario que mantengamos la sana distancia. Lo mismo continuar con el lavado
frecuente de manos y con la aplicación del resto de las medidas de higiene
personal, de nuestros hogares, lugares de trabajo y comercios. Es necesario
ahora y lo será cuando regresemos a la nueva normalidad. Son prácticas que llegaron
para quedarse entre nosotros.
Amigas
y amigos:
Vencer
al virus depende absolutamente nosotros: de nuestra responsabilidad,
solidaridad y civismo.
Por
eso, no tengo duda: vamos a resolver la encrucijada en la que nos encontramos.
Ya
falta menos.
De todas
y todos depende que el menos sea poco.
De
todas y todos depende que pronto volvamos a la nueva normalidad.
De
todas y todos depende la posibilidad de que el sol maravilloso Sudcaliforniano
brille generoso, que salga para y nos siga iluminando a toda y a todos.
Muchas gracias.
Carlos Mendoza Davis
Gobernador Constitucional Libre y Soberano de Baja California Sur.
Carlos Mendoza Davis
Gobernador Constitucional Libre y Soberano de Baja California Sur.
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