miércoles, 21 de julio de 2010

Cambios en PGJE Lennin: El poderoso
En el caso del sexenio del gobernador Narciso Agúndez Montaño, Lennin Giovanni Rodríguez Aguilar, no sólo controla la Secretaría Estatal de Seguridad Pública. Está por convertirse en el poder tras el trono del procurador Francisco Karim Martínez Lizárraga.
A sólo unos meses de que termine el gobierno perredista, el Secretario de Seguridad moviliza piezas claves para incrustar dentro del organigrama de la PGJE a sus principales y fieles servidores.
La anunciada reestructuración de la PGJE, tiene como fondo la intención de remover al actual Director de la Policía Ministerial del Estado, Irineo Collins Martínez, y colocar en su lugar a un personaje afín a Lennin conocido como Roberto García Ramírez “El Baby”, Director General de Prevención y Readaptación Social de Baja California Sur.
Como marco a esta pretendida remoción, ya se han dado cambios en algunas comandancias como la de Cabo San Lucas, Baja California Sur, donde Sergio Jesús Castro Domínguez fue removido del cargo el pasado 14 de julio y su lugar es ocupado hoy por el ex comandante de Homicidios, Enrique Alejandro Willars Ramírez.
Antes ya colocó en puestos claves a:
1.- Rafael Homero Arvizu, subprocurador de Investigaciones Especiales de la PGJE, primo del lugarteniente de Inés Zamudio Beltrán, Obed Güereña Arvizu y ex director del Centro Estatal y de Confianza de la SESP.
2.- Cristian García, agente del Ministerio Publico de la UMAN y ex inspector general de la Secretaría Estatal de Seguridad Pública en La Paz, Baja California Sur.
3.- Cristian Rodríguez, agente del Ministerio Publico de la Fiscalía para la Investigación de los Delitos Cometidos por Servidores Públicos. Antes ocupó el cargo de director jurídico de la Secretaría Estatal de Seguridad Pública, puesto que hoy ocupa el ex subprocurador de Delitos de Alto Impacto, Luis Alberto López López, destituido por el caso del homicidio del joven Jonathan Hernández Ascencio.
Bajo este escenario, el Secretario Estatal de Seguridad de Baja Sur pretende protegerse de denuncias penales y denuncias anónimas que llegan a sus allegados
En la procuraduría, los grupos se encuentran más que definidos: Policías de la vieja guardia disputan el control de comandancias y jerarquías con los policías de nuevo ingreso, muchos de ellos sin experiencia, que se refleja en los pobres resultados de las investigaciones.
Hasta este momento no han sido esclarecidos muchos casos, sobre todo los relacionados a ejecuciones y homicidios. Y para muestra un botón: El homicidio del joven Jonathan Hernández Ascencio, la triple ejecución en el caso de Miguel Enrique Atondo Gastélum “El Sinaloense”, el asesinato de los policías Carlos Jesús Vega Andrade y José Manuel Ochoa Pérez, la ejecución del piloto aviador Cristian Ismael López Verdugo y la desaparición de Juan Carlos Pérez Cano “El Chacachi”, entre otros casos.

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