Benjamín Arellano. Pena mínima en una corter de Norteamérica.
San Diego.- Fiscales del Departamento de Justicia de Estados Unidos en San Diego dijeron el miércoles que el capo mexicano de las drogas Benjamín Arellano Félix se declaró culpable de cargos no especificados.
La portavoz Debra Hartman dijo que no podía ofrecer más detalles con antelación. Arellano Félix se presentó en la corte federal el miércoles por la tarde.
El abogado defensor Anthony Colombo no respondió de inmediato a una llamada telefónica de The Associated Press para solicitarle comentarios.
Sin embargo, trascendió que Benjamín Arellano se declaró culpable en un acuerdo con la procuraduría federal en San Diego para aminorar su potencial condena de 50 años de prisión.
Con la declaración, alcanzada mediante un acuerdo que contempla una pena máxima de 25 años de prisión, se evita el juicio de uno de los cabecillas más poderosos del narcotráfico en todo el mundo.
Los fiscales federales accedieron a que se desechen otros cargos que hubieran podido elevar la pena a 140 años de prisión. La sentencia se fijará el 2 de abril.
Como parte del arreglo, Arellano Félix reconoció haber encabezado una organización que distribuyó cientos de toneladas de cocaína y mariguana en Estados Unidos, y que se hizo de millones de dólares en ganancias que fueron enviadas de vuelta a México, a veces en vehículos repletos de billetes.
Arellano Félix llegó a encabezar el otrora poderoso cártel de Tijuana, en México, a finales de la década de 1980.
El gobierno mexicano lo extraditó en abril de 2011 a Estados Unidos para que fuese procesado por cargos de drogas, lavado de dinero y delincuencia organizada. Había sido acusado en Estados Unidos en 2003.
Arellano Félix fue capturado en 2002 en México, donde fue sentenciado en 2007 a purgar 22 años de cárcel por cargos de narcotráfico y delincuencia organizada.
Según la acusación formal en Estados Unidos contra Arellano Félix, fue el principal organizador y jefe máximo del cártel de los hermanos Arellano Félix desde 1986. También dice que el cartel de Tijuana torturó y asesinó a rivales en Estados Unidos y México mientras movilizaba toneladas de marihuana mexicana y cocaína colombiana.
El cartel, del que se sabe disolvía los cadáveres de sus enemigos en tinas con sosa disuelta en agua, comenzó a perder poder a lo largo de la frontera de California con México tras la captura de Arellano Félix en 2002.
Un mes antes, su hermano Ramón, conocido como el principal jefe ejecutor del cartel, había muerto en un enfrentamiento a disparos con las autoridades mexicanas.