viernes, 8 de julio de 2011

Sicario de ‘El Teo’ cayó; mató a 30

Cortesia del EL MEXICANO


TIJUANA.- José Manuel Alarcón Jacobo confesó haber asesinado a unas 30 personas -algunos policías- su función como parte del Cártel de Sinaloa era llevar a cabo “levantones” y cometer asesinatos.

La Subprocuraduría Contra la Delincuencia Organizada de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informó que este hombre de unos 30 años en últimas fechas obedecía órdenes de “Nacho”, quien a su vez le rinde cuentas a José Soto, “El Tigre”, identificado como lugarteniente en Tijuana del Cártel de Sinaloa.

Asesinaba a quienes llaman “chapulines”, en su mayoría personas identificadas con el Cártel Arellano Félix que lidera Fernando Sánchez Arellano, “El Ingeniero”.
“Yo organizaba para llegar a hacer levantones, secuestros y ejecuciones”, comentó mientras era presentado a los medios de comunicación.
A sus víctimas las asesinaba con armas de fuego o las asfixiaba, métodos que aprendió pues nunca fue entrenado para ello, confesó.
La Subprocuraduría Contra la Delincuencia Organizada informó que Alarcón Jacobo era conocido por sus apodos “El Ceviche”, “El George”, “El Canti”, o “El Yoto”. Antes de ser “sicario” era albañil, pero en el año 2009 se unió a uno de los grupos que lideraba entonces Teodoro García Semental, “El Teo”, capturado a finales de enero del 2010. En ese tiempo colaboraba con la célula de Ernesto Salomón Sauceda, “El Nemo”, a quien asesinaron militares, luego servía a su hermano Paul, quienes recibían órdenes de Manuel, “El Chiquilín”, hermano de “El Teo”. La PGJE informó que tras la captura de todos ellos en 2010, comenzó a colaborar con “El Nacho”, entonces dirigía una célula delictiva donde estaban Luis Machado Reyes, “El Boyler”; Jesús Rey Vega Torres “El Saya”, así como por otros sujetos identificados como El Pelón, El Guacho, El Sargento, El Cebollín y El More. Los tres últimos están prófugos, “El Guacho” muerto y el resto fueron detenidos hace un par de meses. Alarcón Jacobo es investigado por los asesinatos de los policías municipales Arturo Flores Espinoza, Napoleón García Pérez, Marcos Samuel Kuk Sierra, a quienes un comando armado ataco el 19 de Septiembre del 2009 en Playas de Tijuana.
También se le vincula al ataque ocurrido el 15 de diciembre del 2009 en el restaurante de mariscos Wicho’s en Otay, donde fallecieron Samuel García Cervantes, Jorge Alejandro Feliz Gutiérrez, una mujer no identificada, Javier García Sevilla y Gerardo de Jesús López Castélum.

Otro homicidio es el de José Luís Humberto Vázquez Cervantes, secretario de Acuerdos de la PGJE, a quien balearon el 1 de diciembre del 2009 después de salir de las oficinas de la Unidad Antisecuestros.
El 25 de septiembre del 2009, se presume su participación en la muerte del policía municipal Juan Carlos Chapol Ignot y de Jesús Rosario Aguilera Medina.
Está relacionado al homicidio del agente ministerial Rafael Guerra Acuña, a quien mataron al salir de la casa de sus padres el 8 de enero de este año, y el 21 de noviembre del año pasado colgó el cadáver de Eloy Soriano Juárez en el puente vehicular El Florido ubicado en el bulevar Insurgentes y Vía Rápida Oriente.

La mayoría de los crímenes por los cuales se investiga a Alarcón Jacobo ocurrieron en el 2010. Ayer mismo se le internó a la penitenciaría de La Mesa. (sba)

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