lunes, 24 de octubre de 2011

Condenan al América

América, ¡te vas!Chivas fue mucho más que las Águilas en el Clásico y lo venció fácilmente en el Azteca; El Rebaño se hizo del liderato del Apertura 2011 y, de paso, sentencia al cuadro de Alfredo Tena a un fracaso redondo en el torneo de su 95 aniversario.



Mexico, D.F.- Chivas se quedó con el Clásico, tras ofrecer un gran primer tiempo; la derrota deja a las Águilas con pocas posibilidades de clasificar y al Rebaño le da el liderato.
Chivas se quedó con el Clásico, tras ofrecer un gran primer tiempo; la derrota deja a las Águilas con pocas posibilidades de clasificar y al Rebaño le da el liderato. Foto: Juan Luis Díaz

Nada peor para América que quedar prácticamente sin oportunidades de meterse a la Liguilla después de ser superado en casa por el rival de siempre, Chivas, que vivió una tarde dorada en el Azteca, al imponerse 3-1. El Clásico cumplió con las expectativas al tener goles, una buena entrada y, sobre todo, el futbol que puso al Rebaño en el liderato y desahució a los azulcremas.

Los rojiblancos demostraron que tienen una máquina más aceitada y que el cambio de técnico sólo fue un revulsivo para retomar una senda que los tiene en el primer lugar de la tabla; en cambio, a los de Coapa sólo les queda esperar un nuevo torneo y ver si el proyecto de Alfredo Tena tiene opciones de sobrevivir.

Con Tena, los azulcremas siguen saliendo dormidos al campo y ante Chivas volvieron a recibir un gol tempranero. Fue apenas al minuto 6, con un balón que robaron en medio campo y que tras una serie de toques cerca de la banda izquierda, terminó en el centro de Marco Fabián que encontró la cabeza de Antonio Gallardo, quien se anticipó a Aquivaldo Mosquera para el 1-0.

Sin embargo, la respuesta no tardó en llegar. Por medio del balón parado, como en el duelo ante Monterrey, América encontró el empate. Daniel Montenegro metió un centro desde la derecha y Christian Benítez, solo, detrás de Jesús Molina remató también con la cabeza para el 1-1.

Incluso, las Águilas tuvieron el 2-1 con un tiro de esquina del Rolfi que Molina cabeceó en el centro del área, pero el balón se fue por arriba. Entonces, llegó el error de la tarde. Otro córner, ahora de Chivas, desde la izquierda se le fue entre las manos a Armando Navarrete, y el 2-1 le quedó servido a Marco Fabián a centímetros de la línea de gol.

Los visitantes aprendieron la lección del 1-0 y ya no dieron tiempo a que el local despertara. Chivas encontró en las bandas el punto flaco de América. Medina y Jesús Sánchez siempre le ganaron las espaldas a Juan Carlos Valenzuela y Óscar Rojas. Así llegó el 3-1 con el centro del Chapo para que Torres le ganara una vez más a los centrales.

El Clásico tenía cuatro goles en 20 minutos, nada que ver con la idea del Rolfi de un partido aburrido; la gente, que no llenó el Azteca, se divertía.

Los de Coapa tomaron el control del balón, pero Montenegro no tenía con quién asociarse, ya que ni Joaquín Martínez ni Raúl Jiménez aparecieron. En cambio, los rojiblancos apostaron por el contragolpe para matar.

El final del primer tiempo volvió figura a Luis Michel. El arquero rechazó en la línea un remate de Mosquera y ya en el tiempo de compensación sacó un tiro libre del Rolfi y un remate de Benítez tras un nuevo tiro de esquina.

Para el complemento, Tena recurrió a Ángel Reyna y Matías Vuoso para intentar una remontada que parecía imposible por lo visto en la primera mitad.

Las oportunidades siguieron siendo del ataque visitante, muy superior a una defensa extraviada. Fabián tuvo el cuarto, pero disparó a un lado y América tuvo la más clara de la segunda mitad, cuando Montenegro le puso un servicio dentro del área a Reyna, quien cabeceó por arriba.

Pero cualquier ilusión azulcrema se diluyó cuando Rosinei exageró en la intensidad y barrió a Sánchez para que el árbitro Fernando Guerrero le mostrara la roja. Adiós a una posible remontada, adiós a la Liguilla.

Chivas no hizo más grande el marcador porque Alberto Medina prefirió ser asistente que rematador, Sánchez se encontró con el travesaño y El Cubo Torres no quiso hacer más grande la humillación. Hubo tiempo para que el Azteca ovacionara a Fabián, a Medina y hasta al campeón del mundo Sub 17 Carlos Fierro.

El silbatazo final llegó y con él, la fiesta rojiblanca en el Azteca. En cambio, del otro lado, sólo lamentos, la exhibición del eterno rival le añade aun más tristeza al torneo de pesadilla que ha vivido América. La goleada en Monterrey fue un espejismo, la realidad es que el líder los condenó.

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